Los acreedores comienzan el acoso de manera progresiva, es decir, lo van intensificando en la medida en que vaya pasando el tiempo. Aumentan el número de llamadas y cada vez de manera más despectiva.
En coma por el acoso de los acreedores
La semana pasada nos llamó un cliente de Extremadura a quien llamaré «Germán» para que le tramitaramos la Ley de la Segunda oportunidad. Seguir leyendo
