La Ley de 2ª Oportunidad beneficia al deudor, a los Acreedores,  a la Agencia Tributaria, a la Seguridad Social y al Sistema Judicial…

La ley concursal recoge el derecho de acogerse a la Ley de Segunda Oportunidad por cuatro motivos que suponen grandes ventajas a todos:

1º. Para usted. Usted mediante la Ley de Segunda Oportunidad refleja la verdad de su deteriorada situación económica, cosa que no ocurre si tan sólo se limita a decírselo a los agentes de recobro. Esto evita que sea acosado innecesariamente, pues usted, realmente no puede pagar. Esta Ley impide que usted caíga en un estado depresivo innecesario pues le ayuda a volver a levantarse. La Ley establece intentar llegar a un acuerdo extrajudicial de pagos con los acreedores para reducir las deudas y pagar lo que realmente puede pero si no se prestan a llegar a un acuerdo le da el derecho a la exoneración de deudas, es decir, al perdón de las mismas. Usted podrá decir adiós al insomnio y a la depresión por deudas.

2º. Para los acreedores. Evita que los acreedores pierdan el tiempo presentando demandas innecesarias evitándoles gastos judiciales y honorarios de profesionales. Pues éstos, a lo mejor y con suerte, pudiera cobrar al cabo de 10 ó más de 15 años, siempre que el deudor hubiera sobrevivido a la presión psicológica de los agentes de recobro y que su salud deteriorada por el maltrato le hubiera permitido mantener sus facultades mentales. Tengase en cuenta, que es frecuente que el deudor tras el «presing del acreedor» durante años queda relegado a un estado vegetativo al ser expoliado de toda autoestima y de toda posibilidad de reincorporación a la vida laboral.

3º. Para la Seguridad Social y Hacienda. Gracias a esta ley de segunda oportunidad, tal y como indica el prólogo de la misma, el Estado facilita a miles y miles de españoles a reincorporarse a la sociedad, lo que supone un importante ahorro en ayuda sociales y un aumento de la recaudación a efectos fiscales. Dejar a miles de españoles en un estado de exclusión social perpetuo debido a embargos contínuos obliga al deudor a vivir en una económia sumergida, cosa que no beneficia al Estado y con ello al colectivo de la sociedad, incluida la banca.

4º. Para el sistema judicial. El sistema judicial se alivia de sobrecargas de trabajo por multitud de procesos abiertos en distintos juzgados. Tenga en cuenta que si usted, por ejemplo, tiene quince acreedores y no puede pagar, los acreedores iniciarían quince procesos judiciales con los gastos y la sobrecarga judicial que ello supondría para la administración judical. Los juzgados están sobrecargados de trabajo, si usted está sobreendeudado y se acoge a la ley de segunda oportunidad se presentaria via notarial y se pondría en conocimiento de un solo juzgado.

Como puedes comprobar la Ley de 2ª Oportunidad beneficia a todos: al deudor, a los Acreedores, a la Agencia Tributaria, a la Seguridad Social y a la estructura del Sistema Judicial.

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