Si, se que suena un poco raro, pero debo deciros, que superar una ruina te hace mejor persona. Mirad tener la vida destrozada por las deudas es una escuela de aprendizaje que nos hace descubrir muchas cosas…

cosas que nos pasaban inadvertidas antes de llegar a la ruina.

Os voy a enumerar unas cuantas de ellas:

1º Aprendes a ser menos materialista. Cuando no puedes pagar los créditos ves ridículo haberte comprado aquello por lo que te endeudaste. Ves absurdo haber «vendido tú alma al diablo» (a bancos y financieras). Te ves ridículo porque por ello haberte visto acosado por los acreedores.

2º Dejas de envidiar los bienes materiales de otros. Pues sabes que lo mismo los están pagando a plazos, sabes que esos otros no saben en lo que se han metido y que mientras no paguen el último plazo no tienen nada, sabes el riesgo al que se exponen. Tu ya sabes, que las cosas no merecen tanto.

3º Descubres quienes son tus auténticos amigos. Cuando todo va bien y se es solvente, y sobre todo cuando se aparenta un buen nivel de vida salen «amigos» de debajo de las piedras, por el contrario, cuando tu economía cae, la mayoría de ellos desaparecen. Cuentas con los dedos de la mano cuántos amigos te quedan. Es una oportunidad de saber quienes de ellos merecían la pena.

4º Das valor a cosas que anteriormente te pasaban desapercibidas. Cuando estas arriba apenas te paras a pensar en las pequeñas cosas. Tras el derrumbe económico, comienzas a analizarlo todo, y te das cuenta de todo aquello que ignorabas y has dejado perder.

5º Te das cuenta de que has sido una marioneta. Te das cuenta de que has sido manipulado por las campañas de políticos y financieras y de que te endeudaste más de lo debido sin darte cuenta de que eras un «pringado».

6º Dejas de criticar y de enjuiciar a otros. Sabes que opinar de los demás es muy fácil, como tú ya fuiste muy criticado durante tu ruina aprendes a no hacerlo.

7º Te da pena ver a otros como se endeudan a decenas de años. Tu ves como condenan su libertad, tu ya has aprendido que lo mejor es ser libre y no tener tu vida suspendida de «una cuerda floja» pues sabes que en cualquier momento se puede romper.

8º Sabes lo duro que es intentar ocultar tu situación de insolvencia. Si has estado muchos años sin poder pagar has vivido reprimido escondido en tu armario. No te atreviste a contárselo a otros para que no te juzgaran como un irresponsable con el descrédito que hacia tu persona y el deterioro de tu autoestima. Esto es así, porque la sociedad es terriblemente dura con aquellos que caen en la ruina, es común el linchamiento familiar y, por supuesto, el social.

Mis clientes, siempre me dicen que jamás volverán a firmar un crédito en el futuro, que «no volverán a vender su alma al diablo» que no existe nada material que merezca la pena tanto, que lo importante es ser libre y que las cosas materiales no se merecen se les entregue la libertad.

Guillermo González Fernández

Abogado y sociólogo experto en la  Ley Segunda de la Oportunidad.

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