Cuando los sobreendeudados os ancláis mentalmente en vuestro problema el «cáncer-deudal”,  adoptáis el papel de víctimas ante los demás.

Os generáis una creencia falsa, os sometéis a vuestro propio ego y a la creencia del «no puedo», “no puedo hacer nada”, “todo está en contra mía”, etc.

Las deudas impagables, con el paso del tiempo os han ido acostumbrando a vivir asustados, a vivir tensos, a despertaros por la noche con ataques de ansiedad, a abandonaros física y mentalmente, a no cuidar vuestras relaciones sociales y personales, etc.

La situación prolongada de un problema no resuelto es el que os induce a caer en el victimismo, perdéis el valor de luchar contra el mismo por el acomodo a salir de vuestra “zona de confort”, os asusta todo lo que queda fuera de dicha zona, veis normal vivir sin ilusión, perdéis la perspectiva, pensáis que el mundo está en contra vuestra, que la gente que queréis y que os rodean os han dado la espalda, aceptáis que el resto de vuestras vidas viviréis siempre así, sin ilusión por nada, lo que os lleva a adoptar una aptitud pasiva ante vuestra situación.

Debéis despertar de la conciencia que habéis asumido, pues es una falsa creencia de vuestro propio ego, os creéis que vuestras vidas destrozadas por las deudas ya no tienen arreglo.

Enteraos, si alimentáis vuestro ego con dichos pensamientos quedaréis siempre atrapados en ellos. Por tal motivo, debéis liberaros de vuestra propia autolimitación negativa. Estáis por encima de dicha creencia limitante, pues es imaginaria. Las creencias limitantes vienen impuestas por muchas razones, una de ellas es el contexto socio-cultural que os rodea y la educación recibida en vuestra infancia las cuales os imponen un sentimiento de culpa que os paraliza y que os impiden a ver más allá de vuestra “zona de confort” cuando la solución a vuestros problemas está fuera de ella.

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Mirad, debéis dejar de condicionaros por las creencias limitantes y por las opiniones de quienes os rodean, pues no debéis ni necesitáis de la aprobación de nadie. Todo el mundo comete errores en la vida, nadie nace con un manual de instrucciones y aquellos que os critican y os juzgan también cometen sus errores solo que muchos lo ocultan pues la hipocresía está a la orden del día. Lo establecido en la sociedad y por quienes os rodean no marcan la verdad absoluta. Os vuelvo a recalcar que ni los conocidos, ni los familiares, ni los agentes de recobros, ni los prestamistas tienen la verdad absoluta. La verdad es relativa, y como tal, vuestras acciones pasadas nadie las puede juzgar así que dejad de sentiros culpables y a partir de ahora sustituir la palabra “culpa” por la de “responsabilidad”.

Para que podáis avanzar debéis salir de vuestras zonas de confort limitantes, no tengáis miedo a lo nuevo, no tengáis miedo a salir a descubrir nuevas posibilidades en vuestras vidas. Eliminad los sentimientos de culpa, el pasado, es solo pasado, ya no existe, aprended de los errores cometidos y entended que habéis sido afortunados en cometerlos, pues son los errores los que nos enseñan en la vida y no los éxitos.

Debéis despertad de vuestra conciencia “deudal”, debéis descubriros a a vosotros mismos. Los cambios son momentos de oportunidades, dejad a un lado el victimismo. Tened en cuenta, que lo que recibís de afuera es el espejo de vuestro propio ser interior, si trabajáis en vosotros mismos, en vuestra autoestima, las mejoras que consigáis se reflejaran al exterior y éste exterior os devolverá, como si de un boomerang se tratara, vuestras mejoras internas. Recogéis lo que sois.

Si tenéis miedo, y os acobardáis ante el mismo vuestras vidas no sufrirán cambios positivos, pues estaréis siempre anclados en el pasado sin daros una segunda oportunidad de mejorar vuestro presente.

¡¡¡DESPERTAD DE LAS DEUDAS!!!

Despertad de las deudas ya, las deudas son solo deudas y no son vuestras vidas, vosotros sois los que debéis reorientarlas, atreveros a superar el miedo a lo establecido y a luchar por salir adelante. Tenéis derecho a una segunda oportunidad, dejad de sentiros culpables por haber firmado tantos créditos pues esa culpabilidad no la sienten los responsables de los bancos, las cajas, las financieras ni los políticos que generaron la necesidad del tener,  tenéis derecho a daros una segunda oportunidad, tenéis derecho acogeros a la Ley de Segunda Oportunidad. Tenéis derecho a volver a empezar pero ahora con la lección de lo aprendido.

Guillermo González Fernández    Abogado y Sociólogo defensor del derecho a una segunda oportunidad

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Ahora realmente tienes una Segunda Oportunidad. ¡¡¡Comienza de nuevo!!!

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