Hoy os voy a hablar de los que llamáis a mi despacho y estaís a punto de empezar a impagar…
Normalmente lleváis meses (e incluso años) buscando créditos para pagar los anteriores. Sois personas que le dedicáis gran parte de vuestra vida a esa labor, quereís pagar a toda costa, sea como sea. La mayoría de vosotros, no sois conscientes de que la huida hacia adelante debe parar, os encontráis en un estado de adicción a los créditos (que yo llamo «deudo-adicto»). No aceptáis la realidad ni que habéis tocado fondo. A más créditos firméis más cuotas que impagaréis, pero claro, la mayoría de vosotros pensáis que ya vendrán tiempos mejores y que podréis salir adelante. Estáis muy asustados porque ya estáis incluidos en la listas de morosos de las entidades bancarias y financieras de país y ya no podéis conseguir más «drogas» (créditos). Empezáis a sufrir de ansiedad, dejáis de dormir, de salir con amigos, de concentraros en el trabajo, de dedicarles tiempo a los hijos y las parejas y aún así os obstináis en seguir buscando más y más y si es necesario firmáis créditos con intereses abusivos que con el tiempo agravará aún más la situación.
Muchos de vosotros tenéis la autoestima muy baja, la presión de los bancos y financieras es muy grande, cuando os llaman de las empresas de recobro os hacen sentir que sois «una basura» esto os lleva a hacer locuras.
Sentís mucho miedo, estáis en inmersos en un realidad subjetiva, no objetiva y real, os negáis a aceptar que debeís tomar medidas urgentes que frenen esa frenética huida hacia adelante. Os cuesta trabajo aceptar que teneís el «cáncer de los deudores».
Debo deciros que a veces me agotáis pues no os dejáis ayudar y que haceros ver la dura realidad no es nada fácil para mi. Para buscar una solución a vuestro caso, es necesario que reconozcáis que teneís un problema, este es un punto básico fundamental, reconocido esto, es cuando puedo comenzar a buscar soluciones a vuestros problemas económicos.
Requereis de una gran dedicación emocional, además de legal, para que asumáis la situación real y evitéis la agonía vuestra y la de vuestras familias.
Algunos solicitáis información pero no hacéis nada, no os creéis todo lo que se os viene encima, pensáis que a vosotros no os pasará y que encontraréis otra solución.

Historia basada en hechos reales
Tuve el caso de un marido autónomo casado en gananciales que se negó a meterse en el concurso pues le ocultaba a su mujer las deudas que ambos tenían a consecuencia de su negocio, me decía que no se atrevía a decírselo pues no sabía como podría reaccionar ella, le preocupaba que pudiera enfermar, e incluso, que pudiera suicidarse. Lógicamente, como es mi obligación, le dije que lo tenía que saber y que no se lo podía ocultar pues las deudas también eran de ella, también le indiqué que si él no se lo decía se acabaría enterando directamente por los propios acreedores cuando estos comenzaran con el acoso telefónico, con las cartas y finalmente, con las demandas judiciales. Esta persona presa del pánico se quedo inmovilizada y optó por no hacer nada, por no enfrentarse a su realidad, prefirió callar y esconder la cabeza alegándome que buscaría otra refinanciación (cosa que yo sabía que era inviable). Al cabo de unos meses, este hombre desesperado volvió a llamarme (sabía que lo haría) me dijo que su mujer se había enterado que debían tanto dinero por aquello, que meses atrás ya le vaticiné, por las llamadas telefónicas de los acreedores y por la visita del juzgado notificándole el inicio de acciones legales reclamándoles la totalidad de la hipoteca. Os podéis imaginar las consecuencias de todo esto, el matrimonio con dos hijos pequeños se rompió y, para colmo, ambos cónyuges endeudados hasta las cejas.
Finalmente me pidió que les solicitara el concurso de acreedores acogiéndose a la Ley de la Segunda oportunidad. ¿De qué le sirvió prolongar y agravar aún más la situación? La respuesta es obvia, de nada.
Como veis las deudas no son solo deudas, son la semilla que desembocan en «UNA O VARIAS VIDAS DESTROZADAS». ¿Que necesidad tenía este hombre de demorar una realidad? Las deudas con el paso del tiempo lo único que hacen es arrasar, arrasar todo aquello que queréis. Al igual que el que padece un cáncer debe enfrentarse y asumir su realidad para iniciar un tratamiento y albergar una esperanza, el que padece de deudas que sufre un sin fin de vicisitudes, debe buscar soluciones que eviten que las mismas les destrocen psicológica y físicamente su vida y la cuantos le rodean.
Por el contrario, los que contactáis conmigo y ya estáis padeciendo la enfermedad, la pesadilla de las deudas (no en la antesala) ya conocéis vuestra realidad, no dudáis en actuar y hacer lo necesario para salir cuanto antes del sufrimiento perpetuo que suponen dichas deudas pues ya os sentís presos (sin estar en la cárcel) atrapados en una situación que sabeís que os está destrozando la vida.
Por todo lo que os expongo, quiero deciros a aquellos que estaís a las puertas de una de las peores pesadillas, «LA PESADILLA DE LAS DEUDAS», que asumáis cuánto antes vuestra realidad al objeto de que los daños derivados de dicha situación no mermen vuestra autoestima ni destrocen vuestras vidas. A más demoréis un plan de actuación que solucione el estado de insolvencia los daños colaterales serán aún mayores.
Abogado y sociólogo experto en la Ley Segunda de la Oportunidad.
Reservado los derechos de autor
Ahora realmente tienes una Segunda Oportunidad. ¡¡¡Comienza de nuevo!!!
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Las deudas me empiezan a quitar el sueño…., he pedido muchas veces ayuda , pero la ayuda se termina. Soy una chica sola que ahora mismo debo 2 cuotas de hipoteca y otra que me la han metido en la cuenta!! Pero ya no puedo pagar…, no se que hacer…
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Buenos días Lorena, rellena el cuestionario de mi blog para poder valorar tu situación y buscarte una solución. ¡¡¡ANIMO!!!
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Hola Ana, efectivamente como has podido comprobar las deudas atrapan, se comienza con una y a poco a poco se puede acabar en una de las peores pesadillas.En muchas ocasiones, no se piensan en los intereses y gastos de apertura, lo cierto es que un grano puede acabar siendo una montaña. Tranquilízate, relléname el cuestionario de mi blog, estudiaré tu caso y te buscaré una solución. Saludos y ¡¡¡Ánimo!!!
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Parece todo fenomenal, pero ¿si no tenemos recursos para pagar las deudas, cómo le pagamos a ustedes?
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Estimado Nicolás, lo primero que necesitamos es que rellene nuestro formulario para ver la gravedad de su situación, la cantidad de de deudas, el tipo de acreedores, si dispone de bienes, etc. por ello no cobramos nada y lo hacemos de manera gratuita. En base a ello estudiamos su caso y buscamos una solución real. Lo que si le podemos decir de antemano que nuestros honorarios son rídiculos equivalentes a un solo procedimiento si lo comparamos con la cantidad de procedimientos judiciales que sus acreedores iniciaran contra usted, cada acreedor iniciará un procedimiento legal, si tiene por ejemplo diez acreedores, tendrá diez procedimientos legales con las costas judiciales de diez procedimiento e intereses que crecerán paulatinamente. Sin embargo, solicitando un concurso de acreedores, o bien, acogiéndose a la ley de la segunda oportunidad, usted solo pagaría uno. Y como le digo, nosotros estudiamos caso a caso para ver la viabilidad acorde a su caso. !!!Saludos y Ánimo¡¡¡
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Hola Guillermo me llamo Editha y tengo problemas con deudas impagadas y embargo judicial desde hace más de siete años. Mete la pata con hipoteca y créditos personales. Como hemos invertido en negocio y me arruinada y todo está en mi nombre y hay una con mi marido y un familiar que me han avalado. Dejo de trabajar como jornada completa como el juzgado le embargan mi nomina. Así no puedo seguir trabajando solamente pagando deudas. En mi situación como cabeza familiar y con dos hijos es muy complicado mi situación. Además mi marido esta enfermo y hacen diálisis 3 veces a la semana y control tumor vihiga. No se como salir en este pesadillas y me afecta mucho mi vida y el trabajo. Necesito su ayuda y consejos. Gracias y saludos
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Apreciada Editha, tcon los datos que me aportas, en principio, puedes acogerte a la ley de segunda oportunidad. Rellena mí formulario y en base a ello te podré concretar la solución más adecuada. ¡¡¡Ánimo!!!
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