Antes de acogeros a la Ley de la 2ª Oportunidad y de enfrentaros a vuestro problema os planteáis las siguientes cuestiones:

1º.- ¿Y si ante las deudas lo mejor que hago nada es no hacer nada y me quedo quietecito?

Si no actúa y no hace nada sus deudas aumentaran y aumentaran por las demandas e intereses de cada uno de los acreedores, los acreedores le acosaran por años y años destrozando su vida. Tenga en cuenta que ellos desconocen que usted está en un estado de insolvencia, si usted no se acoge le embargarán la nómina o pensión y si no la tiene ahora, el día de mañana cuando la tenga se la harán. Si tiene una vivienda le trabarán un embargo sobre ella y el acreedor hipotecario la sacará a subasta adjudicándosela por el 60 ó 70% por lo que le seguirá quedando deuda que se multiplicara. Si tiene un vehículo también se lo embargaran. Nunca dormirá tranquilo, siempre vivirá asustado por las llamadas y las visitas de los juzgados a su casa, al trabajo, etc. El «Cancer-deudal» acabará con su salud a nivel físico y mental.

¿Y si intento refinanciar aumentando la hipoteca?

Reunificar todas las deudas en una macro-hipoteca es pan de hoy y hambre de mañana, pues en lugar de rebajar las deudas las aumenta a más años con tal de pagar menos ahora en los recibos mensuales. Además es difícil que se lo concedan porque está sobre-endeudado y los prestamistas lo sabrán, al igual que sabrán que se encuentra en el ASNEF por ser ya un moroso.

¿Y si pido ayuda a la familia?

Pedir dinero prestado a la familia a la larga acaba con las relaciones interpersonales pues con el paso del tiempo, la familia llega a un punto en qué ya no puede más a nivel económico ni a nivel emocional. Por nuestra larga experiencia aquellos clientes que pidieron dinero prestado acabaron con el tiempo enemistado de sus familiares, por los reproches continuos. Suele pasar que quedan acreedores a los que no les puede pagar pues el dinero que le prestan no alcanza para pagar a todos y tarde o temprano por lo que éstos iniciarán acciones legales contra usted que acabarán embargándole su nómina o pensión, la vivienda, el vehículo, las devoluciones de hacienda, la cuenta bancaria, etc.

Lo que os debe quedar claro que la Ley de la Segunda Oportunidad es un derecho, es un desarrollo de la ley concursal adecuado a la realidad actual. Esta ley establece un mecanismo de protección para los que estáis atravesando una situación de insolvencia en la que os resulta imposible pagar al conjunto de vuestros acreedores. Tened en cuenta que vuestra situación repercute no solo a vosotros, también repercute a los demás.

Acogerse a la Ley de 2ª Oportunidad es lo correcto, es lo que hay que hacer pues beneficia:

• A usted (deudor) para que no sufra un calvario del que sin el tratamiento de esta ley le resultaría del todo imposible superar. Sin acogerse a esta ley entraría en un estado de exclusión social. Su autoestima se derrumbaría, por el acoso durante años y años de los acreedores y por la descalificación de los demás hacia usted.

• Al conjunto de los acreedores, pues al acogerse a ésta ley usted les pone en conocimiento de su situación real lo que les evita que inicien costosas demandas inútiles.

• Al Estado, por que tener a miles de españoles en un estado de exclusión social, potencia la economía sumergida e impide la reincorporación de estas personas a la sociedad con el perjuicio que le supone al conjunto de la sociedad.

No darse cuenta de que la única solución es acogerse a la Ley de la Segunda Oportunidad es mirar a otro lado, nuestra experiencia con centenas de clientes nos ha demostrado, que los que no hacen nada, los que intentan refinanciar y los que piden ayuda a familiares acaban en su inmensa mayoría posponiendo algo inevitable, que es enfrentarse a la realidad y asumir que se tiene un problema muy grave que si no se trata se extenderá a todas las facetas de vuestras vidas, como si de un cáncer se tratará. A más tarde se asuma esto mayor deterioro habrá producido en sus vidas y no solo en las suyas sino también en la de los familiares.

Reservado todos los derechos de autor

Guillermo González Fernández    Abogado defensor del derecho a la segunda oportunidad

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