Los acreedores comienzan el acoso de manera progresiva, es decir, lo van intensificando en la medida en que vaya pasando el tiempo. Aumentan el número de llamadas y cada vez de manera más despectiva.
Los acreedores comienzan el acoso de manera progresiva, es decir, lo van intensificando en la medida en que vaya pasando el tiempo. Aumentan el número de llamadas y cada vez de manera más despectiva.